sábado, 10 de marzo de 2018

Sobre el 8M, el "sindicalismo social" y el "sorpasso"

Publica Ivan Gil en "El Confidencial" (10/03/2018) un artículo sobre la gran movilización del 8M titulado La ola del 8M visibiliza de nuevo el "sorpasso" a CCOO y UGT del "sindicalismo social"

De nuevo, cualquier ocasión es buena para atacar al sindicalismo de clase. Para Iván Gil, lo más destacado de la impresionante movilización del 8M en España es el "sorpasso" a CCOO y UGT por lo que denomina "sindicalismo social". ¿Se ha preocupado el autor del artículo de conocer en qué empresas y sectores hubo huelga el 8M y quienes la promovieron y organizaron? Me temo que no, porque hubiera sabido que en la gran mayoría de los casos fueron promovidas y realizadas por CC OO y UGT.

El 8M ha sido históricamente una jornada reivindicativa de la "mujer trabajadora", impulsada por el sindicalismo en todo el mundo. Durante muchos años, en la España democrática, los sindicatos confederales han promovido las acciones del 8M, en colaboración, en la mayoría de los casos, con las organizaciones del movimiento feminista. El que hoy se hable más del 8M como del "día de la mujer" no debería borrar la centralidad del trabajo y de las relaciones sociales ligadas al trabajo en la lucha por la igualdad efectiva de la mujer. Y el sindicalismo confederal en España, el de CCOO y UGT y otras fuerzas, ha estado siempre presente en esa lucha. Siendo inaceptable la brecha salarial que existe en España entre hombres y mujeres, y teniendo que adoptarse medidas que la corrijan en el espacio de tiempo más corto posible, la brecha salarial es en nuestro país dos puntos inferior a la media europea y casi siete puntos porcentuales menor a la que existe en Alemania o el Reino Unido (Eurostat). A lo mejor algo ha tenido que ver en ello la acción sindical de CC OO y UGT.

No hay "sorpasso" cuando no hay carrera. No sé muy bien que es eso del "sindicalismo social". Los movimientos sociales, como es el movimiento feminista, son fundamentales para el progreso de una sociedad. Sindicatos y movimientos sociales tienen ámbitos de actuación específicos y actúan con autonomía y cuando colaboran se multiplica el impacto social y político de sus acciones. Desde el sindicalismo confederal no se les ve como rivales o competidores sino como cooperadores en la lucha por la mejora de las condiciones de trabajo y de vida de las mujeres y de los hombres. Y así ha sido también en este magnífico y esperanzador 8M de 2018.