lunes, 3 de diciembre de 2018

Elecciones andaluzas: el PP ya ve, sin prejuicios, a VOX como un aliado

Está claro que la izquierda ha perdido las elecciones andaluzas por la fuerte caída del PSOE y el retroceso de Adelante por Andalucía respecto a la suma de los resultados de Podemos e IU en las anteriores. El que la extrema derecha de VOX entre con fuerza en el Parlamento andaluz es el dato más relevante; con mucha probabilidad será un anticipo de lo que puede suceder en unas elecciones generales. España ha dejado de ser diferente a una mayoría de países europeos por no tener extrema derecha en los parlamentos. 

Pero lo que parece escandaloso -pero muy clarificador- es la reacción del PP que, en boca de su presidente Casado, considera un éxito los resultados, a pesar de haber perdido 7 escaños (un 20%), y engloba en la misma familia a sus diputados con los de Ciudadanos (normal) pero también con los de VOX, y sin matices. ¿Se imaginan a Ángela Merkel reaccionando de la misma forma ante el avance de Alternativa por Alemania (AdF)? 

Ya son demasiadas las luces de alarma que se van encendiendo, en España, en Europa y en el mundo. Y no me parece que la izquierda esté analizando bien lo que está pasando y, sobre todo, que esté actuando a la altura del problema al que se enfrentan las sociedades democráticas y la Unión Europea.

viernes, 16 de noviembre de 2018

Los próximos Presupuestos plurianuales de la UE (2021-2027) y su debate en el Parlamento Europeo

El Informe provisional del Parlamento Europeo sobre la propuesta de Marco Financiero Plurianual (MFP) de la UE para 2021-2027, rechaza los recortes en las políticas de cohesión (-10%) y en la PAC (-15%) y plantea unos Presupuestos alternativos con más inversión en desarrollo sostenible y clima, cohesión social y lucha contra la pobreza infantil, investigación, innovación y educación (Erasmus +). 

Para ello, en lugar de aceptar que retrocedan del actual  1,16% de la Renta Nacional Bruta (RNB) europea (MFP 2014-2020) al 1,11% (propuesta de la Comisión), el PE propone un incremento hasta el 1,3% de la RNB, lo que supondría que en los siete años del futuro MFP el total de gasto de la UE sería de 1.324.100 millones de euros. También propone que el aumento de gasto sea financiado con un incremento de los ingresos propios de la UE (base común consolidada del impuesto de sociedades, impuesto a las multinacionales de la economía digital, impuesto a las transacciones financieras, etc.).

El Informe ha sido aprobado por una amplia mayoría de parlamentarios de la mayoría de los grupos que han actuado con independencia de los gobiernos nacionales  con quienes tienen sus relaciones políticas. El Informe del Parlamento coincide en sus planteamientos y propuestas con el Dictamen que el Comité Económico y Social Europeo (CESE) aprobó el pasado mes de septiembre, y del que he sido ponente. También con la Resolución del Comité de las Regiones (CdR).

A pesar de la dificultad de enfrentarse a la restrictiva propuesta de la Comisión y a un Consejo, en el que algunos gobiernos querrían incluso mayores recortes, existen posibilidades de un cambio positivo. Muy ciegos estarían la Comisión y el Consejo si ignoraran la coincidencia completa, basada en amplísimas mayorías en cada órgano, del Parlamento, el CESE -sindicatos, patronales y demás organizaciones de la sociedad civil europea-y el CdR. Máxime cuando se necesitan recursos para implementar políticas que devuelvan la confianza de la ciudadanía europea en la UE, después del negro período de la austeridad extrema y los recortes sociales que ha dejado como secuela el avance de los nacionalismos y de la extrema derecha.

A partir de ahora, debe abrirse una negociación entre el PE, el Consejo y la Comisión (triálogo) y procurar llegar a un acuerdo, si es posible antes de la
cumbre del Consejo de Sibiu (Rumanía) del 9 de mayo de 2019, quince días antes de las elecciones europeas.


NOTA DE PRENSA DEL GRUPO DE LOS TRABAJADORES DEL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO

Presupuesto de la UE a largo plazo: Javier Doz Orrit, ponente del Grupo de los Trabajadores del CESE sobre la propuesta del Marco Financiero Plurianual 2021-2027 pide un presupuesto más ambicioso compartiendo así la posición del Parlamento Europeo.

·         La UE no podrá hacer frente a los retos económicos, medioambientales, sociales y políticos con los recursos propuestos.
·         La financiación a políticas de cohesión y Política Agraria Común (PAC) deben mantenerse para el siguiente periodo presupuestario, no disminuir.
·         La UE debe aumentar sus recursos propios, incluyendo impuestos sobre las multinacionales digitales y transacciones financieras.

Tras el debate en el Parlamento Europeo y de cara a la votación de la posición parlamentaria sobre los presupuestos de la Unión EuropeaJavier Doz Orritponente del dictamen sobre los presupuestos elaborado por el Comité Económico y Social Europeo (CESE), remarca los puntos fundamentales a tener en cuenta, desde la perspectiva del Grupo de los Trabajadores.

La propuesta de la comisión europea para el Marco Financiero Plurianual (MFF por sus siglas en inglés) 2021-2027 supone un retroceso evidente en los recursos de los que la UE dispondría para hacer frente a los desafíos presentes y futuros. La UE, que debiera liderar la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la lucha contra el cambio climático, se niega esta posibilidad con los presupuestos propuestos.

La comisión propone bajar del actual 1,16% al 1,11% de la Renta Nacional Bruta (RNB) europea la financiación. Con estos recursos no podrá llevar a cabo políticas fundamentales para asegurar "transiciones justas" hacia un modelo económico y social sostenible, ni contribuir al desarrollo y aplicación –por los estados miembros- del Pilar Europeo de Derechos Sociales.

El CESE, conjuntamente con el Parlamento Europeo,demanda en su lugar que se alcance el 1,3% de la RNB europea, rechazando los recortes del 10% (cohesión) y 15% (PAC) propuestos por la comisión, así como la dotación de recursos propios mediante los impuestos previstos sobre la base del impuesto de sociedades, plásticos no reciclados, y otros no previstos por la comisión, como el impuesto sobre transacciones financieras y sobre multinacionales digitales.

El dictamen del CESE apoya igualmente la propuesta del Parlamento de aumentar los fondos para investigación e innovación, y coincide con la comisión en recortar las trasferencias financieras de la UE a los estados que incumplan los principios democráticos y las normas del Estado de Derecho. Es fundamental reseñar que el dictamen del CESE ha sido aprobado con la amplísima mayoría de fuerzas sociales, sindicatos, empresarios y sociedad civil, y se une a la mayoría del Parlamento Europeo y del Comité de las Regiones en una propuesta dotada de la más amplia representatividad a todos los niveles.


Adjuntamos la nota de prensa en formato PDF

martes, 13 de noviembre de 2018

Merkel secunda la propuesta francesa de crear un Ejército europeo

En su comparecencia en el Parlamento Europeo para exponer su visión sobre el futuro de Europa y las reformas necesarias, Ángela Mekel ha secundado la propuesta del presidente francés, Emmanuel Macron de ir hacia la creación de un Ejército europeo.

Que haya una política exterior y de seguridad común de la UE es algo necesario para enfrentarse a los riesgos y retos geopolíticos de la vecindad europea y del mundo, para que la UE salga de su crisis política fortalecida. Y una componente de esa política debería ser contar con un Ejército europeo. Europa tiene que hacerse cargo de su defensa; esta no puede seguir descansando en ceder gran parte de la misma a los Estados Unidos.

Merkel secunda la propuesta francesa de crear un Ejército europeo

La canciller alemana defiende una política exterior y de defensa común que corone la integración política alcanzada en la UE



Sobre el pacto PP- PSOE para la elección del Presidente del Tribunal Supremo y de los miembros del Consejo General del Poder Judicial

El problema de la elección del Consejo General del Poder Judicial y de su Presidente, presidente a su vez del Tribunal Supremo, no es el procedimiento. Me parece que su elección por el Congreso y el Senado por mayoría cualificada es más democrático que el corporativista extremo que defiende Ciudadanos -elegido sólo por los propios jueces- o no digamos que respecto a otros modelos foráneos, por ejemplo, el de elección de los miembros vitalicios del Tribunal Supremo de los EE UU, con lamentables ejemplos recientes. 

El problema es cómo se aplica. El acuerdo PP-PSOE sobre el Presidente Marchena, antes de que los electores, los miembros del CGPJ, fueran siquiera conocidos y menos aún elegidos, pone en primer plano la imagen de manipulación política que pervierte un proceso electoral. Además, deberían evaluarse con más detenimiento y públicamente, los méritos de los candidatos al CGPJ, por comisiones parlamentarias por ejemplo. Pero nada, las cúpulas de los partidos recaen una y otra vez en evidentes malas prácticas que deterioran su imagen. ¿Es que no se dan cuenta o es que, en el fondo, les importa un rábano?

lunes, 8 de octubre de 2018

Reflexiones apresuradas que me motivan un asesinato y el ascenso de los nuevos fascismos

Un periódico, El País, acaba de titular una noticia: "Alarma en la UE por el asesinato de tres periodistas en menos de un año". Ahora Viktoria Marinova, en Bulgaria, violada, golpeada y estrangulada: investigaba fraude de altos funcionarios gubernamentales en el uso de los fondos estructurales. de la UE.

Antes, en Malta: Dafne Caruana Galizia, una de las más activas periodistas del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, que destapón los Panama Papers y los Paradise Papers; investigaba también las relaciones económicas entre las familias del primer ministro,  el socialdemócrata [!?] Joseph Muscat, y la del dictador azerbaijano Ilham Aliyev; una bomba lapa pegada al suelo de su automóvil la mató.

Y, en Eslovaquia, Jan Kuciak (y su novia) fueron tiroteados en su casa de las afueras de Bratislava; investigaba las relaciones entre una ex-modelo y asesora personal del primer ministro, Robert Fico -socialdemócrata (¡?) y xenófobo antimusulmán- y la rama eslovaca de la más poderosa mafia europea: la Ndrangheta calabresa. Una movilización popular, sin precedentes desde la caída del comunismo, obligó a dimitir a Robert Fico que sigue gobernando en la sombra.

También un periodista saudí, Jamal Khashoggi, crítico con la dictadura teocrática pero "amiga de Occidente", que entró en el consulado de Arabia Saudí en Estambul hace una semana no volvió a salir mientras que los diplomáticos saudíes dicen que sí lo hizo.

A los procedimientos abiertos por la Comisión Europea a Polonia y Hungría, por incumplimiento de los principios del Estado de Derecho, se une la situación creada por la entrada en los gobiernos de Austria, Italia y Eslovaquia de partidos de extrema derecha, y la obligación que tendría de abrir procesos por corrupción generalizada a los gobiernos de Rumanía y Bulgaria,...Y la UE carece de liderazgo político, mientras Macron y Merkel se encuentran en sus horas más bajas.

Al tiempo Steve Bannon, Matteo Salvini y Marine Le Pen se reúnen en Roma para estudiar el impulso del Movimiento, del nuevo movimiento neofascista europeo...

Y por si la situación no fuera suficientemente preocupante en Europa y otros lugares, en Brasil un tipo como Bolsonaro, a medio camino entre Donald Trump y el filipino Duterte, tiene casi todas las papeletas para ser elegido presidente del mayor país de América Latina.

¡Hay que reaccionar!

La crisis y su gestión antisocial; la lectura popular de la corrupción y la implicación también en ella de bastantes formaciones de izquierda (pensemos en Nicaragua, Venezuela, o en el propio PT en Brasil, y en muchos sitios de Europa); la ausencia de gobierno europeo y no digamos mundial firmes, con alternativas multilaterales frente a guerras, crisis y flujos masivos de refugiados; el uso ideológico de los refugiados y los fenómenos migratorios de una manera inicua -pero mal contrarrestada por los discursos de la izquierda- para fortalecer a los partidos de extrema derecha; la falta de rigor  político y de liderazgos sólidos de unos partidos democráticos siempre sometidos a la dictadura del electoralismo e incapaces de elaborar y construir alternativas basadas en el interés general; todo esto, y el miedo, y el uso descarado y manipulador del miedo, del miedo al futuro y a los otros; todo esto nos puede llevar al fascismo del Siglo XXI.

Los demócratas, la izquierda tenemos que reaccionar. Y no sólo con proclamas sino, sobre todo, con inteligencia.

jueves, 20 de septiembre de 2018

Los próximos presupuestos de la UE: crónica de una rendición

Este artículo ha sido publicado en Euro Efe: 
http://euroefe.euractiv.es/5869_ideas/5667200_los-proximos-presupuestos-de-la-ue-cronica-de-una-rendicion.html

El pasado 2 de mayo, la Comisión Europea presentó su propuesta de Marco Financiero Plurianual (MFP) de la Unión Europea para 2021-2027. Desde entonces hemos ido conociendo numerosas propuestas legislativas sectoriales que terminan de configurar la compleja arquitectura jurídica de los próximos presupuestos plurianuales de la UE. La Comisión prevé para los siete años un gasto total de 1.134.583 millones de euros (constantes de 2018, en todo este artículo). Es un aumento del 5 % respecto al actual MFP 2014-2020, pero al referirse a períodos de siete años supone en realidad una disminución respecto al volumen de la economía de la UE de 27 Estados miembros (UE27): pasa del 1,16 % de la Renta Nacional Bruta (RNB) al 1,11 %. Así se baja un escalón más en un proceso que se inició en la década de los noventa, retroceso que es un nuevo síntoma del momento de crisis política que vive la UE, crisis que parece que nadie tiene la voluntad y capacidad de enfrentar.

Tampoco la Comisión, que en esta ocasión se ha rendido antes de presentar combate al comprobar que, además del cada vez más nutrido grupo de gobiernos euroescépticos, el holandés capitaneaba a doce gobiernos que quieren que la totalidad de la aportación neta del Reino Unido a la UE (entre10.000 y 12.000 millones de euros anuales) se recorte. La Comisión, tal vez acuciada por el razonable deseo de que el MFP se apruebe en la cumbre de la rumana ciudad de Sibiu (9 de mayo de 2019), antes de la celebración de las elecciones europeas (23 a 26 de mayo de 2019), decidió que más de la mitad de la aportación británica neta (unos 80.000 millones) se recorte y la otra mitad se cubra con nuevos recursos propios de la UE.

Pero esta renuncia es inexcusable. Con las consecuencias sociales de la crisis vivas en muchos países, con la crisis política europea más abierta aún y el debates sobre la reforma de la UEM y la UE abierto y sin una perspectiva de solución clara, con una vecindad y un mundo llenos de viejos y nuevos riesgos geopolíticos -entre ellos el ascenso electoral de partidos nacionalistas y de extrema derecha y el surgimiento de líderes y gobiernos autoritarios cuyas conductas chocan con los principios y valores de la UE-,  sólo unos presupuestos fuertes y ambiciosos podrían aportar instrumentos de acción —y esperanza— a los responsables políticos europeos ante una ciudadanía enfadada y perpleja, y en perfectas condiciones para ser manipulada.

Hay una parte positiva de la propuesta de la Comisión. La estructura, los elementos de flexibilidad y las sinergias que introduce mejoran la versión vigente. También hay que reconocer que están bien escogidas casi todas las prioridades de gasto: I+D+i, con 91.000 millones   (+31 %) para el programa Horizonte; migración y fronteras, con 30.000 millones (+210 %) –¡pero sin tener una política común!–; Erasmus +, con 26.300millones (+93 %); e Inversiones estratégicas, con 44.400  millones (+39 %). Hay dos programas nuevos: Fondo Europeo de Defensa, con 11.500 millones —aunque quedan pendientes, eso sí, los límites éticos a la investigación y producción en este sector industrial—; y el Programa de Apoyo a las Reformas, con 22.200 millones.

El problema es que el aumento en estos ámbitos se hace a costa de severos recortes en las políticas de cohesión (-37 000 millones: -10 %) y en la Política Agrícola Común (PAC) (-60 000 millones: -15 %). Resulta inaceptable que cuando se tiene que hacer frente a las consecuencias de la crisis en la cohesión social de muchos Estados miembros, el Fondo de Cohesión se reduzca en un 46 %, el de Desarrollo Regional en un 12 % y el Social Europeo en un 6 %. Y que la nueva reforma de la PAC, muy ligada a los objetivos de preservación climática, no vaya a poder financiarse adecuadamente.

El análisis crítico del MFP post 2020, contenido en el Dictamen del Comité Económico y Social Europeo (CESE) , que se debatió el 19 de septiembre con la asistencia del comisario Günther Oettinger y que obtuvo una amplísima mayoría en el Pleno del CESE, se complementa con propuestas de los representantes de la sociedad civil europea. Las principales: los recursos deben aumentar hasta el 1,3 % de la RNB (como pide también el Parlamento Europeo) y financiarse con recursos propios de la UE, poniendo en marcha las propuestas impositivas del Grupo de Alto Nivel que presidió Mario Monti (IVA, sociedades con la nueva base común consolidada, a las multinacionales de la economía digital, a las transacciones financieras y a las emisiones de carbono, etc.); la cohesión y la PAC deben tener recursos al menos equivalentes a los del MFP vigente; hay que flexibilizar las condiciones de cofinanciación de las inversiones mediante los fondos existentes para los países con mayores problemas; debe aprobarse un programa específico para que los Estados puedan financiar el Pilar Europeo de los Derechos Sociales (Declaración de Gotemburgo en 2017); son necesarias más inversiones para cerrar la gran brecha que la crisis ha creado; y hay que priorizar todas las acciones que tiendan a impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU.

Manifestar la inequívoca voluntad de aprobar unos presupuestos ambiciosos, al servicio de los intereses de las grandes mayorías, es más importante que aprobar unos malos presupuestos antes de las elecciones europeas. Lo mismo cabe decir de la reforma de la UE. Los retos y los riesgos son demasiado grandes.

19.09.2018
Consejero del CESE, por CC OO y ponente del Dictamen ECO/460 sobre el MFP 2021-2027 del CESE

domingo, 26 de agosto de 2018

Sobre los crímenes de la Guerra Civil y el Valle de los Caídos

Personas asesinadas durante la Guerra Civil (la gran mayoría lo fueron entre el 18 de julio de 1936 y diciembre del mismo año; casi cinco meses y medio de un mar de sangre): por las fuerzas franquistas: 192.000; en zona republicana: 44.000. Asesinados por el franquismo después de la guerra: 20.000 (Paul Preston, 2011). ¡El 1,1% de la población total de España en la época! Otras fuentes elevan la cifra de asesinados tras el fin de la Guerra, una vez instaurada la "paz franquista",-por ejecuciones sumarias o tras parodias de juicios militares-, a 70.000.

Una diferencia cualitativa es importante reseñar: la inmensa mayoría de las víctimas de la zona franquista fueron asesinadas de acuerdo con un premeditado plan de los sublevados de acabar con la vida de militantes y simpatizantes de sindicatos y partidos de izquierda, anarquistas o simplemente republicanos Sus ejecutores fueron partidas de falangistas y requetés, bajo la supervisión de los militares, o directamente por parte de militares o guardias civiles sublevados. Las víctimas en la zona republicana fueron asesinados en una mayoría de los casos por partidas de milicianos o elementos civiles incontrolados (especialmente por partidas anarquistas, que no obedecían a ninguna disciplina, en Cataluña y Aragón), sin intervención del Gobierno de la República. Pero hubo crímenes muy notables en las que sí tuvo responsabilidad directa. El principal, el asesinato, en Paracuellos del Jarama, de 2.400 presos de las cárceles republicanas de Madrid, cuya responsabilidad recae en la Junta de Defensa de Madrid.

¿Ayudará un nuevo Valle de los Caídos a no enterrar la memoria de tanto crimen? Desearía que sí, aunque tengo dudas, porque no puedo dejar de asociar la simbología y la estética de tan feo y funesto monumento al franquismo y al fascismo. En todo caso, Franco es el único de los allí enterrados que no fue víctima de la Guerra Civil sino actor principal de su desencadenamiento y de su barbarie. Un dictador criminal no puede tener ningún monumento público.

lunes, 13 de agosto de 2018

La UE en zona de riesgo




Una versión algo reducida de este artículo ha sido publicada en InfoLibre, en su edición del 13 de agosto de 2018. Se puede acceder a ella en este enlace: https://bit.ly/2MmPPWs


Cuando las políticas de austeridad, puestas en marcha desde mayo de 2010, la consiguiente nueva recesión que produjeron y las grandes divergencias entre los Estados que generaron, impactaron sobre las graves carencias en el diseño institucional de la Unión Monetaria, el euro vivió, en 2012, una crisis existencial. Cuenta el relato periodístico de la crisis que unas palabras mágicas de Mario Dragui lo salvaron en julio de aquel año[1].

Para sostener estas palabras, el BCE se embarcó en una política monetaria no convencional fuertemente expansiva: el quntitative easing. Los tipos de interés preferenciales bajaron a cero y el BCE empezó a comprar masivamente activos públicos y privados. En junio de 2018, la cartera de “valores mantenidos con fines de política monetaria” del BCE sumaba 2,546 billones de euros. A pesar de los requerimientos del propio Dragui y del FMI, la política monetaria no fue acompañada por una política fiscal mínimamente expansiva que corriera a cargo de los países con grandes superávits de la balanza por cuenta corriente y saneadas finanzas públicas, empezando por Alemania. Sin embargo, la política monetaria expansiva y la flexibilización en el calendario de cumplimiento de los objetivos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento permitieron finalmente que la recuperación llegara al conjunto de las economías europeas (hoy el crecimiento medio de la UE y la UEM está en un entorno del 2%).  En términos estrictamente económicos, la equivocada política de austeridad extrema llevó a que la Gran Recesión durara más tiempo y fuese más profunda en Europa que en otras regiones del mundo.

Pero las consecuencias sociales de la crisis no se han superado: sigue habiendo mayores tasas de desempleo y de niveles de pobreza y desigualdad social que entes de la crisis, en muchos países de la UE. También la divergencia entre los Estados es mayor. Vencido, por el momento, el riesgo de implosión del euro, que hubiera arrastrado a toda la UE, son las consecuencias políticas de la crisis y su gestión, ligadas a las secuelas sociales, las que comienzan a manifestarse con toda su crudeza poniendo en cuestión la existencia misma de la UE.

Hoy, el principal problema de la UE es político y se manifiesta en el auge  de los nacionalismos, conservadores o de extrema derecha, y de los populismos antieuropeístas. La UE es incompatible con los nacionalismos, porque nació precisamente para superarlos, para que no hubiera más guerras generados por ellos en el suelo europeo.

A pesar de su victoria en el referéndum del Brexit y de su avance en muchos Estados, algunos leyeron mal los resultados de las elecciones holandesas y francesas de 2015 y dijeron que la extrema derecha estaban en retroceso. No ha sido así. Desde entonces sus avances electorales les han permitido entrar en coalición en los gobiernos de Austria (FPÖ de Heinz-Christian Strache) e Italia (Liga de Matteo Salvini) y a revalidar una aplastante mayoría absoluta en Hungría

Todos los gobiernos del Grupo de Visegrado, que han logrado impedir que haya una política común europea de asilo y migraciones en los últimos tres años, están gobernados, por mayoría absoluta o en coalición, por partidos nacionalistas de extrema derecha: Hungría por el Fidesz[2] de Victor Orban; Polonia por Ley y Justicia (PiS), fundado por los gemelos Kaczynsky; Chequia por la Alianza de Ciudadanos descontentos (ANO) del multimillonario Andrej Babis[3]; y, en Eslovaquia, el Partido Nacional Eslovaco (SNS) forma coalición con el socialdemócrata SMER del dimitido Robert Fico[4], ambos con un discurso autoritario y xenófobo en perfecta sintonía con los demás colegas de Visegrado.

El problema se agrava por el contagio ideológico y programático del centro derecha tradicional europeo por la extrema derecha. El contagio ha llegado hasta Alemania. Su última y más aguda manifestación ha sido el órdago que el líder de la CSU, Horst Seehofer, temeroso de que la AfD le impida mantener la histórica mayoría absoluta en las próximas elecciones en Baviera, ha realizado a la canciller Merkel. La amenaza de dinamitar la coalición de gobierno alemana, junto con la presión de los gobiernos de extrema derecha y la complacencia o aquiescencia de una mayoría de los gobiernos, ha llevado a la cumbre del Consejo del 28 de junio a las más bajas cotas políticas de los últimos años.

A los tres años de la llegada masiva de refugiados y migrantes en 2015 (mucho menos masiva de la que soportan países como Turquia, Líbano o Jordania, entre otros), con menos del 10% de las entradas de entonces, la UE renuncia a tener una política común de asilo y migraciones. La Comisión y el Consejo se comen sus resoluciones anteriores sobre reparto solidario de los refugiados, vuelven a olvidar las obligaciones de la Convención de Ginebra y proponen centros de internamiento internos voluntarios y  plataformas de retención y clasificación en terceros países. Todo un triunfo para el Grupo de Visegrado y el resto de la extrema derecha europea.

Luego, Angela Merkel consumó un sui géneris pacto en el interior de la coalición CDU-CSU que consagra como principio de política común europea, en un tema clave, el que cada país se las arregle según las conveniencias electorales de sus gobernantes. La fotografía de Seehofer, Salvini y Kickl (FPÖ) juntando las manos mientras anuncian una colaboración tripartita futura, tras la reunión del Consejo de Interior de Innsbruck del 11 de julio, es de las que hielan la sangre. ¿Comprometerá esa alianza al gobierno alemán?

Pero el contagio se da también, en otra dimensión, a través de la actividad del grupo informal de doce gobiernos de la UE que lidera el holandés y que agrupa, entre otros, a los gobernantes nórdicos y bálticos. Se oponen a las reformas de la UE y de la UEM que supongan más integración y quieren reforzar el principio de subsidiariedad y renacionalizar todo lo que se pueda.

El peso de este grupo, también contagiado de nacionalismo, se dejó sentir en la lamentable cumbre de junio, que debía haber avanzado también en la reforma de la UEM o, al menos, marcado una hoja de ruta clara y que se limitó a reiterar por enésima vez que el Fondo Único de Resolución (FUR) de la Unión Bancaria debería estar garantizado por el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y que la cuestión debería resolverse a finales de año. Sobre la cuestión crucial del sistema común de garantía de depósitos, un jeroglífico[5]. Del resto de propuestas sobre la reforma de la UEM  y de la UE –las de la Comisión Europea, las más avanzadas de Macron o las rebajadas de la última cumbre francoalemana- ni rastro.

A principios de mayo, la Comisión dio a conocer su propuesta sobre el Marco Financiero Plurianual 2021-2027: un nuevo escalón en la disminución del peso de los presupuestos europeos en relación al volumen de su economía que se inició en los 90. En la UE27, pasarán de representar el 1,16% de la RNB europea a sólo el 1,11%. Los recortes se concentran en las políticas de cohesión y en la PAC. Aún así, Holanda y otros países del grupo de los doce quieren nuevos recortes.

Cuando se necesitaría una clara iniciativa política que dijera a los gobiernos polaco y húngaro, y a quienes osaran seguirles, que sus conductas son incompatibles con los principios del Estado de Derecho y con la UE, y se actuara en consecuencia; cuando habría que reformar la UEM y el BCE, antes de la próxima crisis, para que reuniera las condiciones de una “zona monetaria óptima”; cuando habría que impulsar una reforma de la UE hacia una mayor integración (en un sentido federal) con más democracia; cuando habría que reconstruir la cohesión social y la convergencia entre los Estados con un sólido Pilar de Derechos Sociales Europeos sostenido por unos presupuestos fuertes; cuando los líderes de las dos principales potencias nucleares, Trump y Putin, manifiestan su apoyo a la extrema derecha europea y su hostilidad hacia la UE, sumando un obvio riesgo geopolítico a los demás ya existentes en nuestra vecindad; cuando ocurre todo esto, los líderes políticos de la UE están paralizados, incapaces de realizar las reformas imprescindibles y de volver a ilusionar a la ciudadanía europea con un proyecto atractivo de futuro.

La socialdemocracia europea atraviesa una profunda crisis, en la que sólo parecen resistir los socialistas ibéricos y el laborismo de Corbyn. Los partidos a su izquierda no han sido capaces de formular conjuntamente un proyecto coherente de UE y algunos la cuestionan abiertamente. El centroderecha, democristiano o liberal, se sitúa en el campo del contagio y el apaciguamiento con la extrema derecha, olvidándose de una de las principales lecciones del siglo XX: eso llevó al triunfo del fascismo y el nazismo y a la 2ª Guerra Mundial. Por eso, se puede decir, sin exagerar que la UE ha entrado en una zona de riesgo entre cuyas salidas está la de su propia destrucción.

Pero hay otra salida. Uno de los instrumentos de la misma sería la construcción de un movimiento  supranacional europeo que afuera capaz de agrupar, con amplitud y pluralidad, a organizaciones políticas y sociales comprometidas con un proyecto de Unión basado en los principios  y valores democráticos y sociales más avanzados y en el vínculo de la solidaridad y la fraternidad.


[1] Las pronunció el Presidente del BCE en Londres, el 26 de julio de 2012: “Dentro de nuestro mandato, el BCE está dispuesto a hacer todo lo necesario para preservar el euro. Y créanme, será suficiente”. Y los mercados financieros se calmaron y las primas de riego comenzaron a bajar.

[2] El Fidesz es miembro del Partido Popular Europeo (PPE)

[3] El populismo de derechas de Babis es complementado por el recién reelegido (enero de 2018) Presidente de la República Checa, Milos Zeman, ex - comunista y admirador de Putin y Trump. El rechazo a la inmigración les une.

[4] El PSE expedientó al SMER por los discursos xenófobos y antimusulmanes de Fico, pero perdonó su expulsión. Fico dimitió del cargo de primer ministro tras las masivas manifestaciones de protesta que generó el asesinato del periodista Jan Kuciak (y de su novia) que investigaba las relaciones entre la mafia calabresa, la 'Ndrangheta, y una consejera política suya.

[5] El alemán Stefan Pluegger, director de la Secretaría del Eurogrupo,  en una entrevista que tuve con él en mi condición de ponente del dictamen del CESE sobre las Orientaciones de la política económica de la zona euro, afirmó sin inmutarse que “La culminación de la Unión Bancaria es cosa de décadas”.


lunes, 30 de abril de 2018

El Confidencial prepara el 1º de Mayo con un nuevo ataque a los sindicatos

El texto que sigue fue publicado, por breves instantes, en los comentarios de los lectores que siguen al artículo de Nacho Cardero que lleva por título: "Día Internacional del Trabajador: si Pablo Iglesias (el viejo) levantara la cabeza..." (30/04/2018):  http://bit.ly/2r9duhb

Apenas duró unos minutos. Fue borrado, tal vez por criticar el contenido del artículo del Director de El Confidencial y no parecerse a los demás comentarios publicados, todos ellos críticas, más o menos feroces y en su mayoría injustas, a CC OO y UGT. En esta ocasión, junto con un antisindicalismo que no es novedad en la publicación, El Confidencial manifiesta poco respeto por la libertad de expresión y de crítica.




No deja de sorprenderme, por más que se reitere muchas veces en otros artículos, el nivel de hostilidad y prejuicio ideológico contra los sindicatos de clase que destila el escrito por Nacho Cardero. Que reproduce, eso sí, o opiniones "creíbles" y coincidentes con las del articulista de portavoces de CSIF. Hay personas y medios que llevan profetizando el fin del sindicalismo confederal desde hace décadas. Y, sin embargo, las centrales sindicales CC OO y UGT con cerca de un millón de afiliados cada una son, siguen siendo con mucha diferencia las mayores organizaciones sociales o políticas que hay en España. Y han vuelto a ver crecer su afiliación después de las pérdidas sufridas por la masiva destrucción de empleo que ha producido la Gran Recesión. Y, además, ven sistemáticamente revalidada su representatividad -más del 70%- en elecciones sindicales en las que votan todos los trabajadores y trabajadoras, estén o no afiliados.

Pretender conceder al PNV la exclusividad de la posible revalorización de las pensiones durante 2018 y 2019 es olvidar intencionadamente el papel jugado por las movilizaciones sociales y sindicales sobre el tema, especialmente fuertes en el País Vasco. Y negar el hecho de que en ellas CC OO y UGT han jugado un papel destacado junto con otras plataformas sociales.

Lo mismo cabe decir del 8 de Marzo, jornada histórica siempre ligada al movimiento sindical como "Día Internacional de a Mujer Trabajadora". En España, desde hace muchos años, los sindicatos de clase han actuado junto con las organizaciones feministas para impulsar la igualdad de derechos de las mujeres, con impacto creciente en los últimos años. La idea de la huelga feminista -mejor que huelga de sólo las mujeres-, del 8M de 2018, fue una buena idea que promovió una masividad extraordinaria de las manifestaciones. Pero las huelgas, allá donde se realizaron, en su mayor parte de dos horas, fueron debidas al trabajo de los sindicatos, en mayor medida de CC OO y UGT pero no sólo, porque en los centros de trabajo que es donde se realizan las huelgas quienes las organizan son los sindicatos. 

Y no son, desde luego, las únicas tergiversaciones del artículo

sábado, 10 de marzo de 2018

Sobre el 8M, el "sindicalismo social" y el "sorpasso"

Publica Ivan Gil en "El Confidencial" (10/03/2018) un artículo sobre la gran movilización del 8M titulado La ola del 8M visibiliza de nuevo el "sorpasso" a CCOO y UGT del "sindicalismo social"

De nuevo, cualquier ocasión es buena para atacar al sindicalismo de clase. Para Iván Gil, lo más destacado de la impresionante movilización del 8M en España es el "sorpasso" a CCOO y UGT por lo que denomina "sindicalismo social". ¿Se ha preocupado el autor del artículo de conocer en qué empresas y sectores hubo huelga el 8M y quienes la promovieron y organizaron? Me temo que no, porque hubiera sabido que en la gran mayoría de los casos fueron promovidas y realizadas por CC OO y UGT.

El 8M ha sido históricamente una jornada reivindicativa de la "mujer trabajadora", impulsada por el sindicalismo en todo el mundo. Durante muchos años, en la España democrática, los sindicatos confederales han promovido las acciones del 8M, en colaboración, en la mayoría de los casos, con las organizaciones del movimiento feminista. El que hoy se hable más del 8M como del "día de la mujer" no debería borrar la centralidad del trabajo y de las relaciones sociales ligadas al trabajo en la lucha por la igualdad efectiva de la mujer. Y el sindicalismo confederal en España, el de CCOO y UGT y otras fuerzas, ha estado siempre presente en esa lucha. Siendo inaceptable la brecha salarial que existe en España entre hombres y mujeres, y teniendo que adoptarse medidas que la corrijan en el espacio de tiempo más corto posible, la brecha salarial es en nuestro país dos puntos inferior a la media europea y casi siete puntos porcentuales menor a la que existe en Alemania o el Reino Unido (Eurostat). A lo mejor algo ha tenido que ver en ello la acción sindical de CC OO y UGT.

No hay "sorpasso" cuando no hay carrera. No sé muy bien que es eso del "sindicalismo social". Los movimientos sociales, como es el movimiento feminista, son fundamentales para el progreso de una sociedad. Sindicatos y movimientos sociales tienen ámbitos de actuación específicos y actúan con autonomía y cuando colaboran se multiplica el impacto social y político de sus acciones. Desde el sindicalismo confederal no se les ve como rivales o competidores sino como cooperadores en la lucha por la mejora de las condiciones de trabajo y de vida de las mujeres y de los hombres. Y así ha sido también en este magnífico y esperanzador 8M de 2018.