viernes, 22 de noviembre de 2019

Christine Lagarde y sus actividades pasadas en paraísos fiscales

En la edición de EL País del día de hoy se publica un artículo firmado por Joaquín Gil y José María Irujo con este título: "Lagarde fue consejera de dos filiales Baker&McKenzie radicadas en paraísos fiscales". Los dos paraísos son Bermudas y Singapur. El enlace con la noticia es el siguiente:

https://elpais.com/economia/2019/11/20/actualidad/1574273793_931725.html

Esta información me incita a realizar el siguiente comentario que puede ayudar a la contextualización de la noticia:


Singapur y Bermudas (Reino Unido), de cuyas filiales de Baker&Mckenzie allí radicadas fue consejera Christine Lagarde, son dos de las jurisdicciones de las que ha hablado recientemente la revista del FMI, Finance and Development, institución de la que la Sra. Lagarde ha sido hasta hace poco directora gerente. En dos artículos publicados en junio de 2018 y septiembre de 2019 (este último monográfico dedicado a la lucha contra el fraude fiscal, la elusión fiscal, el lavado de dinero y los paraísos fiscales bajo el título de "Follow the money"), sus autores -T. Elkjaer, J. Damgaard y N. Johannsen, economistas del FMI, del Banco Nacional de Dinamarca y profesor de la Universidad de Copenhague, respectivamente-  sostienen, a partir del estudio de las bases de datos del FMI y la OCDE, que cerca del 40% de la inversión extranjera directa (IED) va a parar a "empresas fantasma", es decir empresas que no tienen actividad económica significativa.

El monto global de estas falsas inversiones en empresas, que sirven de destino final o de simple tránsito, es nada menos que de 15 billones de dólares, lo que supone la suma del PIB de China y Alemania. En 2018 suponía el 38% del total de la IED. Pues bien, el 85% de esos 15 B. de U$ se deposita en empresas radicadas en 10 jurisdicciones, dos de las cuales son precisamente Bermudas y Singapur.

Aunque una parte de estas cantidades pueda finalmente destinarse a una inversión real y no se quede en simple acumulación de rentas o se destine a actividades de especulación financiera, lo que parece claro es que no hay otra razón de estos destinos o tránsitos que el encubrimiento de procedimientos de fraude fiscal o elusión fiscal. Como tampoco hay otra razón distinta de ésta para que cualquier empresa multinacional abra una filial en un paraíso fiscal. Si se trata de una firma internacional de abogados como aquella a la que pertenecía Lagarde hay otra razón adicional: ayudar a que  otras multinacionales para que utilicen el fraude o la elusión fiscal para no pagar los impuestos que deben.

Las cifras del artículo son indicativas del enorme volumen que el fraude fiscal, la elusión fiscal y el lavado del dinero resultante de estas actividades en los paraísos fiscales tienen en el mundo. Enorme y creciente, puesto que en el artículo de los mismos autores publicado en junio de 2018 el monto total de la IED en "empresas fantasma" era de 12 billones de dólares.

Ahora me quedo en esta breve nota para contextualizar la noticia sobre las actividades pasadas de Christine Lagarde en paraísos fiscales que vuelve a reactivar la "maldición de los directores gerentes del FMI". Prometo volver sobre el tema lo más pronto posible.

Breve conclusión: tras de superar con rasguños su procesamiento en Francia por el "escándalo Tapie", se descubre otra acción política y moralmente cuestionable en la trayectoria de Lagarde, la persona que hoy está al frente del BCE y que debería en razçon de su cargo tener especial dedicación en la realización, junto a las demás instituciones europeas, de una lucha realmente eficaz contra el fraude y la elusión fiscal, el lavado de dinero y los paraísos fiscales. Lucha en la que, hasta el momento, los buenos y justos van perdiendo. Veremos...

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