París bien vale otra cumbre
Sólo en 2013, los jefes de Estado y de gobierno de la UE han aprobado o tratado en cinco de sus reuniones en la cumbre un modesto, por su débil financiación, Plan de empleo juvenil. La última vez, el 12 de noviembre en París. El Plan todavía no se aplica y hay problemas para que comience en enero de 2014. Lo que sigue son unas notas sobre una intolerable forma de hacer política sobre el principal problema de España y de Europa: el desempleo masivo
Lo que está sucediendo con el Plan de empleo para jóvenes
(no digamos ya con el Plan de crecimiento y empleo de junio de 2012) es de puro
escándalo. A pesar de que bastantes medios de comunicación traslucen críticas
en el sentido de las que llevo tiempo formulando, no existe una reacción
política contundente, en España y en Europa, que denuncie una intolerable forma
de hacer política.
En lo que va de año, los jefes de Estado y de Gobierno han
“tratado” o/y “aprobado” un miniplan de empleo para jóvenes, de apenas 6.000 M€, en cumbres del Consejo, en cinco ocasiones. Además, algunos de ellos han
participado en otras reuniones y foros, bilaterales o multilaterales, de alto
nivel para mostrar que hablan de lo mismo (París, Roma, etc).
Cumbres del Consejo,
en 2013, sobre el empleo de los jóvenes
La lista de cumbres del Consejo que trataron o/y
aprobaron la cuestión, en 2013, es la siguiente:
- Extraordinaria de febrero (Bruselas): aprueba el Plan. Se
dice que España recibirá 1.900 de los 6.000 M€.
- Ordinaria de junio (Bruselas): se aprueba que los
países que reciban fondos del Plan tienen que cumplir los contenidos el Plan de
Garantía de jóvenes de la Comisión Europea
y que se ejecutará en 2014/2015, y no en siete años. La principal conclusión de la Cumbre , tal como se vende a
los medios de comunicación es la nueva “aprobación del Plan”.
- Informal de julio (Berlín): operación de imagen de
Ángela Merkel para transmitir que Alemania tiene sensibilidad sobre el desempleo
de los jóvenes en los demás países, a pesar de la imposición de la austeridad.
Se invita a los interlocutores sociales a reuniones paralelas. No surge ninguna
nueva iniciativa.
- Ordinaria de octubre (Bruselas): vuelve a mencionarse en
las conclusiones como tema tratado en la cumbre. Se publicita que los gobiernos
deberán remitir los planes nacionales a la Comisión antes del mes de
diciembre y que el libramiento de los fondos se realizaría partir de enero de
2014.
- Informal de noviembre (París): ni trató, ni tenía nada
nuevo que tratar, y ni siquiera resolvió los problemas planteados por la
ejecución del Plan, el principal de los cuales afecta a España. Su celebración
fue un empeño de Hollande para mejorar su imagen que vive horas bajas. También se invitó a los
interlocutores sociales europeos a reuniones paralelas.
Algunos antecedentes, entre 2010 y 2012
Pero la preocupación y la “urgencia” de las instituciones
europeas y de los gobiernos nacionales para paliar las terribles consecuencias
que sus políticas de austeridad y devaluación interna tienen en el empleo, y en
el empleo de los jóvenes, tienen antecedentes que se remontan a tres años atrás.
Pero como recordó un Durao Barroso, muy enfadado, a los
diputados del Parlamento Europeo, el pasado 28 de mayo: “Seré muy claro, hay una
proliferación de nuevas iniciativas cuando aún no se han puesto en marcha las
antiguas. Eso nos resta credibilidad. La Comisión impulsó en 2011 una garantía para el
empleo juvenil, que fracasó por el rechazo de cuatro países: Reino Unido,
Suecia, Dinamarca y Alemania”
La necesidad de un plan
europeo para el empleo de los jóvenes y la propuesta de la Comisión sobre la Garantía joven, volvió a
retomarse en el Consejo ordinario de junio de 2012, aquél en el que se aprobó
el Plan de crecimiento y empleo de los supuestos 120.000 M€. Plan fantasmal,
sin dinero nuevo alguno, pura operación de imagen, del que nunca más se supo.
¿Qué fue del Plan de crecimiento y empleo de los 120.000
millones?
Los jefes de Estado y de
Gobierno de la UE
llevan todo el años 2013 hablándonos del miniplan de los 6.000 M€ para que,
entre otras cosas, nos olvidemos del plan de los 120.000 millones que aprobaron
en junio de 2012 para nunca cumplir. Este incumplimiento ha tenido otro efecto,
particularmente indeseable en un período en el que Europa ha vivido su segunda
recesión y un incremento del desempleo hasta los casi 27 millones de parados:
55.000 M€ para inversiones, de los ya de por sí escasos Presupuestos
plurianuales de la UE
del período 2007-2013, no gastados y procedentes de los fondos estructurales y
de cohesión, van a pasar al Marco presupuestario plurianual 2014-2020 (aún más escaso). Todavía
no se sabe nada de su posible destino, si es que lo tiene y no terminan esos dineros amortizados por los tesoros nacionales.
Esta es, en el campo de la
realidad no en el de las palabras, la escasísima importancia que los jefes de Estado
y de gobierno europeos han dado a las iniciativas europeas para enfrentarse al
principal problema económico y social de Europa.
La pequeña dimensión del Plan de empleo para jóvenes de la UE
Para hacerse una idea de la
nimiedad de los 6.000 M€, basta comparar esta cifra con lo que reclama la Confederación Europea de Sindicatos (CES) en su propuesta de Plan de
inversiones recientemente aprobado. Para poder crear unos 10 millones de
empleos netos en diez años sería necesaria, según la CES, una inversión de 260.000 M€, el 2%
del PIB europeo, cada año. 2,6 billones de euros (de 2013) en total. Para 2014
y 2015, la propuesta que se ha vuelto a airear en París supone sólo un 1,16% de
lo reclamado por el sindicalismo europeo; 86 veces menos.
Conflicto con las pretensiones del Gobierno de Rajoy
Pero, además, el Gobierno de
Rajoy tiene un problema que se deduce de una lectura atenta de la prensa y de
las declaraciones de nuestro presidente al término de la reunión de París.
No parecía muy satisfecho
Rajoy, cuando afirmó que, si para enero no habían llegado los 1.800 M€ que le
correspondían a España (100 menos que en anteriores anuncios), los sacaría de
los recursos del Estado español y haría para que no contaran para el objetivo
de déficit del Plan de Estabilidad. Y añadió: “Se gastará en todos los programas de emprendimiento y empleo joven:
ayudas, bonificaciones a la Seguridad Social
y rebajas de impuestos”.
Y ahí está el problema. La Estrategia de
emprendimiento y empleo joven que quiere poner en marcha el Gobierno español, a base de
rebajas de impuestos y cotizaciones sociales para la contratación de jóvenes,
choca con los contenidos de la
Garantía joven de la Comisión cuyo cumplimiento es condición para
recibir los fondos. Por otra parte, resulta imposible aplicar los compromisos
de la Garantía
joven si el Estado español no añade recursos propios a los 1.800 millones
europeos. Porque estamos hablando de empleo o formación para casi un millón de
jóvenes en paro en nuestro país, el 56,7% de los que no estudian.
Para recibir fondos del Plan,
los Estados miembros tienen que presentar, antes de terminar diciembre, sus
planes nacionales y la
Comisión aprobarlos. Hasta el momento sólo seis Estados han
presentado sus planes: República Checa, Croacia, Lituania, Luxemburgo, Polonia y
Eslovaquia.
¿Aprobará la Comisión el plan español,
en los términos que quieren Bañez y Rajoy? ¿Lo hará antes de terminar el año
para que podamos recibir los fondos del miniplan europeo en enero? Todo apunta
a que las dificultades son serias y no se han resuelto en la cumbre de París.
Termino diciendo que en cuanto a contenido de las
acciones, la Garantía
juvenil europea es preferible a la Estrategia de emprendimiento y empleo joven del
Gobierno de Rajoy.
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