lunes, 1 de julio de 2013

El Modelo económico alemán: ¿un modelo para Europa? Pero, ¿qué modelo?

    Los días 27 y 28 de junio, se celebró en Varsovia un seminario que tenía como lema "El modelo económico alemán- ¿un modelo para Europa?". Lo organizaban el think tank europeo European Council on Foreign Relations (ECFR),la Fundación Konrad Adenauer (KAS), del partido democristiano alemán (CDU), y la Confederación Lewiatan, organización de los empresarios polacos.

  Entre ponentes y asistentes participamos 34 personas. Economistas, políticos, analistas políticos, ejecutivos de bancos y consultoras, académicos y periodistas de información económica. La mayoría, alemanes y polacos. Fui el único sindicalista participante y ponente en el panel "Estrategia para Europa: próximos pasos tras las elecciones alemanas", junto con Jan Krzysztof Bielecki, director de la cancillería del primer ministro, Donald Tusk, y antiguo primer ministro bajo la presidencia de Lech Walesa

    Otros ponentes fueron: Dirk Heilmann (economista jefe de “Handelsblatt”), Mark Schieritz (corresponsal económico de“Die Zeit”), Sebastian Płóciennik (Universidad de Wroclaw), Dariusz Filar (Universidad de Gdańsk), Dirk Schumacher (economista jefe para Alemania de Goldman Sachs), Marco de Andreis (Director de Estudios Económicos y Fiscales de la Agencia de Aduanas de Italia), Sebastian Płóciennik (Universidad de Wroclaw) y Sebastian Dullien (ECFR, sección alemana, y Universidad de Ciencia Aplicadas de Berlín). Este último presentó una ponencia escrita que sirvió de hilo conductor del debate: "A German model for Europe?"

    El debate fue interesante, con un sesgo conservador en una mayoría de los asistentes, marcados por ese mix de "ordoliberalismo" germánico con neoclasicismo y economía de la oferta que configura la ideología dominante en Alemania en materia de economía política . Los debates no llevaron a una  respuesta clara a la pregunta de si era o no el modelo económico alemán un modelo para Europa. Tampoco pretendía que lo fuera Sebastian Dullien en su buena ponencia sobre el significado de las reformas alemanas.

    En mi presentación cuestioné la opinión mayoritaria de que el modelo que había proporcionado a Alemania un éxito relativo en la crisis europea fuera el de la Agenda 2010 de Schröder, continuado por Merkel. Para mí está fuera de toda duda que no han sido los siete millones de "trabajadores pobres" (casi el 25% de la fuerza laboral alemana), generados por la Agenda 2010, los de los minijobs con salarios entre 400 y 800 euros mensuales, los que ha mejorado la competitividad alemana facilitando un fuerte incremento de sus exportaciones. Nadie afirmó lo contrario. 

    El actual "éxito alemán" es relativo y de corto plazo si Europa se sumerge en una recesión prolongada. Y es, en todo caso, la otra cara del fracaso de muchos otros países de la UE, en particular los del Sur. Los "superávits excesivos" (balanzas comercial y por cuenta corriente) de Alemania son la otra cara de los "déficits excesivos" de los Estados del Sur. Además de beneficiarse de que EE UU, Japón y los emergentes no se rigen por el ordoliberalismo, los factores internos del éxito exportador alemán son mucho más "clásicos": el capital acumulado en I+D+i; en cualificación de sus trabajadores especialistas y técnicos, gracias a su buen sistema de formación profesional dual; y a la buena y flexible organización del trabajo, facilitada por la cogestión y la autonomía de una fuerte negociación colectiva, basada en convenios nacionales y sindicatos fuertes y responsables. Es decir, en todo lo que la Agenda 2010 no pudo tocar. Y a las muy buenas cifras de desempleo en medio de la crisis, también ha contribuido el sistema de reducción del tiempo de trabajo, el Kurzarbeit, muy ligado a la negociación colectiva.

      Las otras "virtudes" del supuesto "nuevo modelo económico alemán", que algunos tiene la osadía de llamar "segundo milagro económico alemán", las reflejadas en la balanza de capitales y en la facilidad para reducir su déficit público y su voluminosa deuda pública, tienen su reverso en la masiva huida de capitales desde los países del Sur a los bancos alemanes y en el fuerte aumento de la prima de riesgo de dichos países desde que se establecieron, en el Ecofin (9 y 10 de mayo de 2010), las políticas de austeridad y reformas estructurales. Y esa otra cara de la moneda proporciona una espléndida ayuda directa a las arcas públicas y privadas alemanas procedente de lso necesitados países del Sur europeo.

      La conducción política alemana de la UE en los últimos tres años está potenciando grandes divergencias económicas y sociales entre sus Estados, y resaltando todas las malas consecuencias de haber establecido el euro sin los necesarios instrumentos de una "zona monetaria óptima". Al carecer los actuales gobernantes alemanes de proyecto europeo alguno para salir de la crisis y, consiguientemente, de estrategia para alcanzarlo, se está poniendo en serio peligro la propia existencia de la UE. La Unión Europea no puede subsistir sin el apoyo mayoritario de la ciudadanía de los Estados que la componen, o sólo porque "salirse es aún peor".

    ¿Y los otros aspectos de las reformas de Schröder? Empezaron con una reforma fiscal regresiva que motivó la dimisión de su ministro de finanzas, Oskar Lafontaine, y su posterior abandono del SPD. Y culminaron, ya en "gran coalición" con la CDU-CSU, con nuevos recortes de los gastos en inversión pública, I+D+i y educación. ¿Son estos también factores a exportar al resto de Europa del "nuevo modelo económico alemán"?. Ninguna persona seria lo afirmaría.

     La etapa Schröder de la socialdemocracia alemana, el balance del "nuevo laborismo" de Tony Blair, la experiencia de los gobiernos socialistas de Grecia, Portugal y España y las políticas que desarrollaron antes y durante la crisis, la posición de la socialdemocracia de los países nórdicos ante la UE, entre otros ejemplos, llevan a las siguientes preguntas: ¿Cual es el modelo económico de la izquierda socialdemócrata europea? ¿Cual es su estrategia sobre Europa? ¿Existen?

    Para realizar la crítica a la política alemana en la crisis mundial y europea resultan de una gran utilidad ciertos documentos y artículos del FMI y algunos de sus economistas:World Economic Outlook  (octubre de 2012), Olivier Blanchard, Kumhoff y Rancière. Además de los trabajos de Krugman, Stiglitz, Rogoff y Reinhardt. Sobre la historia económica de un periodo clave de la historia alemana y europea, que ayuda a reflexionar sobre la crisis actual, el de la República de Weimar-crisis de 1929-Gobierno del canciller Brünning, me fueron muy útiles los artículos de un economista alemán: Fabian Lindner (IMK, Hans Böckler Steifung).

    Impagable la lúcida y antichauvinista visión del más europeísta de los políticos alemanes de las dos últimas décadas, Joschka Fischer. Sus artículos en El Pais, "La amenaza de la amnesia alemana" (3 de junio de 2012) y "La unidad europea en peligro" (3 de mayo de 2013) contienen una acertada y dura crítica de la política de la canciller Merkel. Con una cita del primero de ellos, pude transmitir, a un auditorio en el que había bastantes alemanes partidarios de la Sra Merkel, una de mis más grandes preocupaciones actuales: 

    "Sería trágico e irónico que Alemania, esta vez por medios pacíficos y con la mejor de las intenciones, causara la ruina del orden europeo por tercera vez"





    



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